A traducir se aprende traduciendo

En los últimos meses, he traducido textos muy distintos: un consentimiento informado, una página web de compras online, un vídeo sobre la industria de la moda rápida, otro sobre cómo identificar las noticias falsas, dos poemas, un capítulo de una novela distópica, audioguías, guías turísticas, anuncios de viajes y folletos turísticos.

Si a mi yo de hace seis meses le hubieran dicho que habría conseguido traducir un soneto, mantener la rima y conservar la métrica o adaptar un eslogan en inglés al público español, no se lo hubiera creído. De hecho, antes de empezar a traducir todos estos textos sentí respeto. ¿Acaso estaba yo preparada para traducirlos? Después de respirar profundamente un par de veces, recordé mis cuatro años de carrera, el máster en traducción y los años que pasé trabajando en una agencia de traducción. Sí, estaba preparada académicamente, pero me faltaba práctica. Había visto cientos de consentimientos informados, conocía su finalidad y el tipo de lenguaje que había que usar, pero nunca había traducido ninguno. Lo mismo con las guías turísticas y las novelas. En mi vida habré leído más de dos cientos libros, pero nunca hasta ahora había tenido que traducir ninguno.

Obviamente, cada uno de estos textos presenta características propias que hay que saber reconocer, identificar y tener en cuenta a la hora de traducir. Es por eso que es fundamental especializarse. Ahora mismo, yo estoy finalizando el curso en traducción turística de Trágora (de ahí tantos textos turísticos) y llevo cuatro semanas del curso de traducción literaria de Cursiva. Aun así, por mucho que conozcas al dedillo las características formales de este tipo de textos y que domines a la perfección la lengua de partida y la de llegada, al principio traducir te va a costar porque no tienes la costumbre de hacerlo y porque dudas de absolutamente todo.

Así pues, aprender a traducir no es solamente aprender inglés y español y las características formales de los textos. Aprender a traducir es aprender a leer con detenimiento, aprender a reflexionar, aprender a entender, aprender a escribir y aprender a confiar en uno mismo.



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