
¡Hola! Espero que hayáis pasado una buena semana y que estéis disfrutando del puente.
Las vacaciones de Navidad, en las que muchos aprovechamos para viajar y hacer turismo, están a la vuelta de la esquina y por eso en esta entrada nos adentraremos en el mundo de la traducción turística: una especialización muy interesante y con mucho por descubrir que nos facilita las vacaciones en otros países.
Antes de empezar, un ejemplo a modo de terapia de choque. Imagina que coges el metro en Rusia y, al llegar a tu parada, te encuentras este cartel justo antes de la salida. Sin una traducción estarías, literalmente, perdido.

Así pues, la traducción turística es necesaria y, para entender su importancia y sus particularidades, es necesario comprender primero qué es el turismo. Si sumamos las definiciones de Weaver y Lawton, Alcaraz Varó y Déniz Suárez, logramos una definición más o menos exacta que podría ser algo así:
El turismo es la suma de todas aquellas actividades que tienen lugar cuando una persona se desplaza de su lugar de residencia habitual a otro durante un período de tiempo inferior a un año.
Ahora que ya hemos definido el turismo, veamos qué es la traducción turística.
Es posible que, al leer el título de esta entrada, hayas pensado que la traducción turística consiste en traducir sitios webs como por ejemplo Booking, Airbnb, TripAdvisor, etc. Y sí: todas esas páginas, con sus foros y sus blogs asociados, forman parte de uno de los macrogéneros de la traducción turística, pero hay muchos más.
Calvi (2010) explica que los macrogéneros se establecen según el tipo de documento que se traduce. Así pues, los traductores turísticos serían aquellos que se dedican a traducir guías de viaje, folletos, revistas (como por ejemplo las de National Geographic con sus espectaculares reportajes), catálogos y páginas webs turísticas.
Todos estos documentos incluyen tipologías textuales muy variadas, por ejemplo: artículos, documentales, anuncios, menús, carteles, normativas, fichas, foros, etc. Además, estos textos suelen usarse acompañados de imágenes impactantes seleccionadas con la intención de captar la atención del lector, ya que no hay que olvidar que el objetivo principal de los textos turísticos es informar y, a la vez, promocionar un destino.
Es por todo esto que la traducción turística se considera una especialización. El traductor turístico debe tener en cuenta el documento que está traduciendo, las tipologías textuales que contiene y el tipo de lenguaje empleado. También tiene que saber identificar si un texto es más subjetivo u objetivo, saber reconocer las distintas estrategias de márketing empleadas en el texto original y poseer las herramientas y los conocimientos necesarios para traspasarlas al idioma meta. Además, es un tipo de traducción muy importante, ya que el turismo es uno de los sectores que más economía genera a nivel mundial.
La traducción turística se encarga de causar una buena impresión en el turista y, por lo tanto, ayuda a mantener el prestigio de los lugares visitados. Imagina la cara que se le quedaría a un estadounidense si en el museo del Prado le dieran una audioguía en español. O ¿qué pensaría un turista que leyera un folleto sobre Barcelona en el que los juegos de palabras pensados para captar su curiosidad se hubieran traducido literalmente? ¿Y tú? ¿Cuántas veces has viajado fuera y al pedir un menú en tu idioma te han contestado que no lo tenían y has tenido que aceptar el que estaba en inglés? Todas estas situaciones se pueden evitar mediante la traducción turística, y es que, durante las vacaciones, nos merecemos lo mejor (que suficientemente agotador es el día a día).
Si te ha gustado esta entrada y quieres saber más sobre traducción turística, iré publicando semanalmente artículos sobre curiosidades de esta especialización.
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